El río Congo, que cruza con su suave serpenteo
las extensas llanuras africanas, desprende un halo
de misterio por los mitos y leyendas ancestrales
que esconden sus aguas.
A su paso por la ciudad de Kinshasa,
el río se convierte en un delta
creando innumerables trenzados sobre
la tierra africana.
Las formas trenzadas de Kinshasa
dan lugar a piezas contundentes
realizadas en dos acabados de
plata: vermeil y pavonado, esta
última versión sutilmente combinada
con pavé de diamantes.
Kinshasa está disponible en plata de primera ley pavonada con diamantes Ice
y en plata de primera ley vermeil.
